¡QUÉ DURO!!!!!!

El viaje está llegando al final y en estas últimas horas hemos vivido la cara más dura de la guerra. Ayer estuvimos en Banja Luka y nuestro principal objetivo era descubrir cuánta gente continúa sufriendo las consecuencias de la guerra de BiH 13 a os después. Habíamos contactado con algunos organismos oficiales para que nos facilitasen cifras y teníamos la esperanza de poder conseguir entrevistarnos con alguna familia serbia que, tras ser expulsada de su casa por las tropas bosníacas o croatas durante la operación Tormenta de Croacia o su continuación como operaciones Mistral o Sana en Bosnia Occidental, aún no haya podido regresar a su hogar.
Conseguimos las cifras oficiales que buscábamos pero lo que no esperábamos era poder ver la miseria en persona, la cruda realidad de aquellos que lo tenían todo y que ahora no tienen nada. A través de una asociación de refugiados nos desplazamos a 20 km de la capital de la república Sprska, Banja Luka y allí, casi de sorpresa, nos plantamos en la casa (si se puede llamar casa a un edificio con más agujeros que un gruy re, sin cocina, sin calefacción, sin muebles.....) de un refugiado serbio que, junto a sus 7 hijos y su esposa, fue expulsado de su casa en la Krajna de Croacia en el a o 95. Nunca antes había visto tanta miseria y tanto miedo en los ojos de una persona que vive en unas tierras propiedad de la étnia que le expulsó de las suyas y que a duras penas levanta la voz para denunciar su situación. Nunca antes había visto la derrota tan de cerca, ni había sentido la desazón tan adentro de quien no ve futuro ni para él ni para su familia, que vive en la pobreza extrema y que muy a menudo no sabe cómo dar de comer a sus hijos. Hacía tiempo que los ojos no se me llenaban de lágrimas como ayer se me llenaron viendo la estampa de la desolación, de lo que el ser humano es capaz de crear.No suelo hacerlo, pero antes de irme, les dí dinero.....